Por: J.A. Zambrana
(Derechos Reservados)
Advertencia: Este escrito puede leerse intercalando las notas al calce, o primero el escrito y luego las notas; y si lo prefiere, puede leer las notas primero y el escrito después. Léalo en el orden que le de la gana, que fue la forma en que lo escribí.
***
¿Pagaste el aguinaldo a los trabajadores de la basura(1)? ¿No te ocurre como a mí, el ataque de esa agobiante pregunta de todos los diciembre? ¿Aguinaldo o no aguinaldo? He ahí un dilema (2). Muy serio, porque no pagar significa basura mal recogida todo el año, además de que no habrá vecino en cincuenta y dos calles a la redonda, que no se entere de tu falta de caridad al no cooperar con esos buenos hombres(3). No darles “alguito”(4), es como romper una tradición de nuestros padres, que traería como consecuencia doce meses de moscas y pestes. Nunca supe si mi vieja pagaba por compasión a los muchachos(5), por evitar las sabandijas que se metían en los zafacones a medio vaciar, o por no tener que recoger la basura suelta que le dejaban regada frente a la casa, las veces que no pagó. ¿Pagar o no pagar? ¿No te causa estrés pensar en las consecuencias de un impago? En épocas como esta, ves miembros de uniones encadenados a edificios, para que les paguen sus bonos, y otras protestas similares, y te imaginas a los chicos de la basura encadenados a las gomas de los camiones y dejando montañas de desperdicios tirados, hasta que los negreros macetas, como tú, les entreguen el aguinaldo que «merecen». Se siente como pagarle a la mafia por protección…
Para la historia completa: Simplemente Cándido, pronto en librerías…
Deja una respuesta