TRIVIALIDADES Y TRAGEDIAS EN LAS REDES…
Tata y Pepito, e Ivancito en «Tenesí»
Ahora le llaman «Tata La Batata». Aunque algunos no la conocían, hace mucho que la Tata, anda por ahí hundiendo dedos en retinas y puñales al dorso. Sólo que ahora, lo hace con más fronte de “yale” de Canóvanas que nunca; estar en mayoría le permite hacer el ruido que le dé la gana y le otorga inmunidad e impunidad por cualquier aberración que se le ocurra.
Sólo una vez la vi en persona. Fue el año que Julio Fontanet, ganó la Presidencia del Colegio de Abogados. Poco antes de que acabara el proceso de votación, algunos abogadines, que se las daban de progresistas y representantes de la izquierda, llegaron como locos a la barra del hotel que celebraba la convención, a pedir a los abogados que nos valía verga la elección y sólo fuimos a beber, que soltáramos los tragos y saliéramos votar. Con la histeria del que le acaban de anunciar que tiene un cáncer que lo matará en dos semanas, decían: “La Charbonier llegó con una trulla de viejos Penes-P del área este, que pueden girar la votación”. Recuerdo que cuando fui a votar, la vi caminar por el Lobby, saludando a los que iban a rendirle pleitesías y a decirle que votaron por Mondríguez, el otro candidato. Era una de las protegidas de Pedro Roselló y se decía en los círculos cerrados del Pene-P, que era de línea dura y jugaba “pa’l rollo”. Para su mala leche, sus pezuñas no calaban mucho en el mundo leguleyo. Fontanet ganó de forma abrumadora, aunque luego se le fue la mano con algunas cosillas y otros extremos, que sentaron las bases, para la casi aniquilación del Colegio de Abogados, que se desató pocos años después; pero esas son letras de otro cuento.
Siempre tuvo pinta de gansa y politiquera, la Tata. En aquellos tiempos de la elección del Colegio, se veía de lo más sabrosona. Todavía hoy, aun con la careta y el rol de imbécil fundamentalista, que suele cargar y dramatizar todo el tiempo, cuando no se da cuenta y se sale del libreto, se dispara alguna de sus viscerales “canovanadas”, acompañada de una sonrisita picarona, que nos puede hacer dudar y pensar que la Tata no es tan santa ná’. Me atrevo a creer que a puerta cerrada, cuando piensa que nadie la mira, es una pecadora de liga mayor, que se goza el pecado.
Carga un record cuestionable, “estiércolado” y maloliente: señalamientos de mal manejo de contratos y fondos municipales, además de procesos éticos ante el Tribunal Supremo, por mala conducta profesional. Y vamos, cualquier abogado se coge una querella por no ponerle una firma a una escritura pública y hasta por no pagar una deuda. Pero, lo de la Tata va a otro tipo de falta, por asuntos que implican fraude y deshonestidad. Según El Nuevo Día, a Chemo “ElJones” Soto, le sobrefacturó y todavía le debe dinero a Canóvanas, pero: ¿Qué pene-p la señala o le cobra?

Por capricho de los religiosos, por poco y se limpia la moña de yerba y, quién sabe (si Risky dobla rodilla ante la presión del Dr. César “ClósetLady” Vázquez) si le pasa el rodillo a la separación entre la Iglesia y el Estado, con el proyecto para La Nueva Inquisición, quiero decir, la “libertad” religiosa. Ya se anotó una contra una verdadera libertad, la de expresión, cuando le pasó encima y cercenó de cuajo a Pepito y, públicamente, le hundió la daga de la censura al periódico Primera Hora y sus dueños, los Ferré Rangél (que ahora se hacen llamar GFR Media). Quienes, para proteger su libertad de hacer dinero, se dejaron clavar la daga hasta lo hondo, y luego le pidieron disculpas a la Tata, por lacerar el zafacón de serpientes, que carga en el lugar que corresponde al corazón. Todos la odian, pero, seguro que gana en las próximas elecciones. Sólo en una cosa estoy de acuerdo con la Tata: este país necesita más sexo, mucho más; tenemos demasiadas tensiones y represiones acumuladas, que deben aliviarse. No reproducirse, no, eso elevaría la tensión; simplemente sexo, con pasión, jadeos y sudor.
Y entonces, Iván Rodríguez: ¿Caudillo estadista o capo de la energía? Si de libertad de expresión se trata, los que sí tienen carta abierta para expresarse, LIBREMENTE, pero, a favor de Puerto Rico como estado 51, son los miembros del Campamento por la Estadidad, que va a montar el Pene-P, a todo lujo en Washington DC. El Plan “Tenesí”, le llaman los muy cafres, y lo escriben de esa manera; al carajo la deferencia y el respeto de usar el nombre correcto. ¿Será que no les importa, porque Tennessee es un estado, tradicionalmente, conservador y racista? Seguro que a los “fellow americans”, no les gustará, para nada, saber que unos monos come coco y guineos, del Caribe, le cambian el nombre a su “glorioso” estado y lo usan como chivo expiatorio, para meterse por la cocina a la Unión Americana; tal y como ellos (los “tennessianos”) lo hicieran en 1796.
Cuando vi a Iván, al Pudge que tanto queremos y admiramos los puertorriqueños, y por quien tanto orgullo sentimos, metido en la “cama” política, con esa pandilla de buitres con colmillos de sable y espuelas de navajas, me dije y me sigo diciendo: Lo van a coger de pendejo. No, no lo van; lo cogen ya. Lo que le pasó a Tito Trinidad con sus asesores, que le dieron un knock-out a la riqueza y le dejaron la banca rota. Después, me recordó uno de los rotativos de GFR Media, que el viejo Pudge Rodríguez, tiene o quiere tener intereses en los negocios de producción energética de Puerto Rico. Con los vientos y truenos de privatización que suenan desde la oficina de la Junta de Control, cabe la posibilidad de que, el “caretazo patriótico” que da Ivancito, en favor de promover la estadidad, le traiga como recompensa divina a un noble samaritano, un buen pedazo de la producción de kilowatts, para hacer más dinero y mantener encendidos los televisores del país, para que sigamos viendo este circo que nos ha tocado. Pero, para que se lo den a un gringo tramposo , a un amigo de Tomi Schatz o de cualquier otro cerdo, mejor que guise Iván, que se jodió jugando para ser el mejor y rompió los records, sin negar nunca de donde salió, y nos hizo sentir el orgullo que jamás nos hará sentir ningún político.
Pienso que el Pene-P, pierde una gran oportunidad de dejar una huella profunda en el Congreso y la USA, y obtener enormes ventajas, utilizando nuestro mejor recurso: la gente. Si se esfuerzan un poco, seguro que reclutan a Marc Anthony, que solía janguear con Barack Obama. Roberto Alomar, Carlos Delgado e Igor González, son líneas seguras; Daddy Yankee y Fonsi, va sin que los llamen. Y todos, acudirían, sin que haya que pagarles ni un centavo; contrario a los políticos, que hay que reembolsarles hasta por que les limpien el culo. Con un grupo como ese, el Gobierno no conseguiría la estadidad, eso nunca lo podrán alcanzar, pero, seguro que nos traerían verdaderos ingresos de las arcas federales.
El gringo no quiere un estado latino en el Caribe; el gringo quiere un lugar donde pueda divertirse y joder sin dar explicaciones Un paraíso fiscal en que no tenga que pagar demasiados impuestos. Como Cuba, cuando Batista. ¿Qué congresista no quiere que Marc Anthony, cante en la boda de su hija? ¿O regalarle a su hijo, adolescente, una fiesta de cumpleaños con verdaderas leyendas del deporte? Nadie dude que, con fiestecitas y unos cuantos cientos de bolas y bates firmados, nos darían beneficios superiores a los de cualquiera de los estados. Mejores escuelas, mejores hospitales, energía más limpia. ¿No debe ser de eso, de lo que se trata al final? ¿Del bienestar de la gente y no de la obsesión por una ideología?
Benicio nunca aceptaría ser parte de una cosa como esa. Pero, con unas cuantas tretas políticas e intercambios de relaciones públicas, sólo para actividades especiales y sin exigirles que se hagan los estadistas, de seguro consiguen a Ricky Martin, a Rita Moreno y Lin Manuel Miranda. Esa Liga de Cabilderos Extraordinarios, podría lograr que nos salden la deuda y nos eliminen la Junta. Y si Dios, Buda, Satán o el Plato de Espaguetis, conceden el milagro supremo y reclutan a Jennifer López para el Campamento Tenesí, todo el año sería navidad para los estadistas. Nadie dude que serán los gringos quienes nos obligarán a anexarnos. Tendríamos, por mandato constitucional, un Disney en Cataño (donde está La Bacardí) y otro en Mayagüez; los Knicks jugarían para San Juan, los Yankees para Santurce; los vaqueros se vestirían de jíbaros y el Presidente Trump, bailaría Bomba y Plena, junto a Jeny “TheHutt” y Risky Roselló, con un machete en la mano, y con el mismo ritmo de momia reseca, con el que bailó con los saudís.
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