Recientemente la Real Academia Española (en adelante “la RAE”), incluyó lo siguiente, como acepción a la palabra “fácil»: «Dicho especialmente de una mujer: Que se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales”. ¡Que horror! Nunca entenderé la necesidad obsesiva de algunas personas e instituciones, de marcar o acentuar los asuntos de sexo y género en todo lo que hacen; parece que la RAE no está exenta de esa desagradable y mala costumbre. La acepción debió decir: “Persona que se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales”, o tal vez no debió decir nada.
Esto es una demostración burda de esa conducta sexista y agresora que demuestra la RAE constantemente. El limitar el uso de la palabra “fácil” exclusivamente para las mujeres, es discriminatorio y ofensivo para los hombres, a quienes se nos priva, de forma injusta, de nuestro derecho a la “facilidad”, a ser tan “fáciles” como queramos; un derecho de todo ser humano. La RAE con su acción decadente, da por sentado que la mujer, en esencia y por costumbre, suele y debe ser reservada y correcta, y por su naturaleza de nobleza y honestidad, no suele tener sexo de forma indiscriminada; algo muy injusto para aquellas mujeres que están libres del fascismo y la represión sexual que les impone la Iglesia y los conglomerados feministas de línea dura. Esto además, podría implicar que la RAE, al excluir al hombre de la palabra “fácil”, entiende que la “facilidad” en ellos está dada por naturaleza, que el hombre siempre quiere y no importa con quien; ya que en esta sociedad, al final del camino, el hombre que rechace un acercamiento de alguna mujer o renuncie a esa“facilidad” de macho que trae innata, deja de ser hombre ante los ojos de la mayoría.
Lo anterior, abre a la posibilidad de que próximamente veamos que los sexistas de la RAE le añadan ésta nueva acepción a la palabra difícil: “Dicho especialmente de un hombre: Que rechaza tener sexo fácilmente”. Según los sabelotodo de la RAE, la función de su institución es mantener el “uso y la costumbre” en el lenguaje, y no censurar el diccionario. Por eso han aceptado palabras como: culamen, descambiar, abracadabrante, güisqui, friqui y reguetón, entre muchas otras.
Fue por esa razón o excusa de la costumbre y de no discriminar contra los vocablos, que en la definición de la palabra “cabrón”, la RAE incluyó la acepción que dice: “Dicho de un hombre: Que padece la infidelidad de su mujer, y en especial si la consciente”; o la otra que dice: “Hombre que aguanta cobardemente los agravios o impertinencias de que es objeto”. Recuerdo cuando durante mi niñez, como buen chico curioso y ateo en potencia, busqué los significados de todas las palabras que se consideraban obscenas en aquella época, y el significado de “cabrón” se limitaba a: “Cabro de gran tamaño o macho de la cabra”.
Hoy día, gracias a los perros y perras sexistas de la RAE, “cabrón” se ha convertido en una palabra oficialmente ofensiva y denigrante para los hombres, muy utilizada por muchas mujeres hembristas, quienes, por ganar terreno con el insulto bajuno, se degradan a sí mismas, ya que al llamar de esa manera a un hombre (según los parámetros de la RAE), implican que alguna mujer “fácil”, con su “facilidad” excepcional y poco natural, lo convirtió en “cabrón”. Es curioso que no haya organizaciones de hombres rabiosos protestando en las calles por esa agresión sexista que se comete contra ellos… ¿será que no les importa?
Ya es tiempo de acabar con estas agresiones pasivas y solapadas que nos destruyen como sociedad. ¡Ya basta de lenguaje y acciones sexistas! Basta de protagonismos onanistas y cacerías de brujas, disfrazadas de lucha por la igualdad. No todos los hombres son «fáciles» y existen unas cuantas mujeres «cabronas». Mujer, no permitas que te adjudiquen ser “facilita» ni «difícil”, y hombre, no hay por qué aguantar tantas “cabronadas”. Y recuerda, mujer, hombre, persona o ser: Ya sea en la “facilidad” como en la “cabronería”, todos somos iguales ante la ley.
¡Au revoir!,
Monsieur Mother Fucker
Nota del autor: Poco después de leer éste artículo, la Real Academia cambio el uso de «fácil», eliminó la palabra «mujer» y la sustituyó por «persona». Dejando claro que ser «facil» no es sólo cosa de mujeres. Ahora les falta cambiar «cabrón», y dejar claro que la cabronería, es también unisex…
Deja una respuesta