Cándidamente Greta

ADVERTENCIA: Este artículo fue escrito sin tomar en cuenta las pleitesías a las vacas sagradas ni a lo que hoy día se considera como “políticamente correcto”, con la esperanza de motivar a otras personas a que se atrevan a romper con el velo de changuerías que arropa las letras y el análisis sociopolítico de este país.

¿Quién se escapa en estos días del fenómeno de Greta Thunberg? Cómo evitar toparse con la interminable guerra entre la izquierda y la derecha, que siempre andan en la búsqueda de lugares comunes donde armar conflictos inconsecuentes, y sin antes informarse, aunque sea poco.

Después del atosigamiento de noticias al que nos han sometido los medios y las redes, he llegado a mis conclusiones. Pienso que Greta es un producto mercadeable creado por sus padres; personas del mundo de la farándula y el espectáculo, aspirantes a la vida de artista, quienes nunca alcanzaron la fama y el éxito propio, y ven en sus hijas una segunda oportunidad de obtener la remuneración que no pudieron alcanzar con sus respectivas carreras.

La madre, Sara Magdalena Ernman (nombre artístico Malena Ernman) es una muy buena cantante de ópera, de carrera, que participó y perdió en el reality show «La Voz», transmitido por Eurovisión, ha participado en conocidas óperas y es claro que tiene mucho talento, pero, su éxito y fama han sido limitados, en ese competitivo mundo de la música. El padre, Svante Thunberg, es un actor de tercera categoría, que nunca hizo un papel protagónico ni importante y se retiró de la actuación para dedicarse a ser el representante y productor de su esposa; ahora, desde que Greta es famosa, también es su representante.

Cuando los padres dicen que tuvieron que dejar sus trabajos, para atender el llamado de Greta por el ambiente, la realidad es que no tenían trabajos muy remunerados ni complicados que abandonar. De una vida cómoda y modesta en Estocolmo, de repente viajan el mundo en un velero carísimo, propiedad de la realeza de Mónaco, alegan los padres, que la travesía es parte de una protesta. ¿Cuántos desearíamos el privilegio de protestar en una costosa embarcación que cruza el océano Atlántico? Junto a ellos en el velero, viaja un director de cine, porque, además de viajar para llevar el mensaje a la ONU, están grabando una película y una serie de documentales, que se suman a los varios libros de dietas veganas y de biografías familiares que ya los padres de Greta han publicado y que se están vendiendo muy, pero muy bien.

No es un crimen ser exitoso, al contrario, el éxito debe ser un sueño individual. Pero, no es elegante andar lucrándose, presentado “nobleza prefabricada” en la figura de una niña con condiciones tan delicadas, sólo para vender libros y otras mercancías. Es responsable que podamos identificar los negocios lucrativos y trending topics, y separarlos de los verdaderos sacrificios que han costado sangre, para que no terminemos adorando falsos ídolos y regalando nuestro dinero a, posibles, farsantes del primer mundo.

Y mientras el fenómeno de Greta se desencadena, a su hermana menor, llamada Beata Thunberg, una joven de catorce años que (según informan sus progenitores) padece de Déficit de Atención, era impulsada como cantante, pero, al parecer no le fue bien y, ante el «éxito» de Greta, los Thunberg decidieron preparar a la joven Beata, para convertirla en activista contra el acoso o bullying (como se le conoce popularmente); muy conveniente, ¿verdad?

Decenas de reportajes de prensa, dicen que hay diversos y poderosos auspiciadores detrás del proyecto Greta, pero sus padres no gustan de brindar esa información; esos datos no le parecen relevantes para dar a conocer. El dato que importa es su asperger y su alegado sufrimiento al “ver su mundo desmoronarse ante sus ojos”.

Reportan diversos rotativos del mundo que, entre la amplia lista de contribuyentes para la causa de Greta, se encuentra Ingmar Rentzhog, presidente de una organización europea conocida como Think Tank, vinculada a grandes empresas de energía suecas. También figura la Opening Society Foundation, organización vinculada a George Soros, otro bizarro personaje con muchos esqueletos y cadáveres en su armario; ademas de otros tantos poderosos cabilderos de compañías dedicadas a la energía verde, que utilizan a la joven para obtener contratos e inversiones millonarias. Pero, como ya mencioné y mencionan otros tantos reportajes, sus padres prefieren no hablar de eso, esa información “no es relevante”.

El hecho de que Greta es una mujer joven y padece del síndrome de asperger, la convierte en un cordero sagrado y hace imposible que alguien difiriera del fenómeno mediático y comercial creado en su nombre, sin recibir ataques burdos y desinformados de quienes viven resguardados en la libertinaje que ofrecen las redes sociales, que les permite expresar lo que sea sin consecuencia alguna por la veracidad del contenido; esos progresistas con ansias malas de notoriedad, de caer bien y recibir likes, esos críticos de teclado activo y #hashtags, que suelen apuntar para todas partes, pero, no disparan a ningún lugar; los delicados que viven empapados de la amargura y de la falta de tolerancia ante la disidencia, que parece arropar estos tiempos.

Viniendo de en un país como Suecia, con un ingreso aproximado de casi $80k al año por cabeza, no creo que a Greta le hayan robado ningún sueño; ella vive en el sueño, cuando la comparas con quienes sufren verdaderas miserias y desgracias, víctimas reales de las consecuencias del cambio climático y de gobiernos irresponsables, que jamás viajarán en veleros de realeza, todo lo contrario, esos viajan en yolas de cartón que se hunden en el mar sin dejar rastro. No creo en atacar a la niña ni su mensaje, que es medular y necesario para el futuro del planeta; aunque no trae nada que ya no hayan dicho otros verdaderos perjudicados por el cambio climático, de procedencias más «humildes» y tristes.

Pienso que Greta es una víctima de sus progenitores, que usan sus destrezas y condiciones, como sucede con otros niños talentosos que hemos visto ser utilizados por sus padres para obtener beneficios y riqueza. Michael Jackson, Brooke Shields, Macaulay Culkin y otros tantos que, luego de servir de alcancía para sus familias, terminaron convertidos en adultos inadaptados e infelices o en cadáveres del suicidio. Cuál será el futuro de Greta, bueno o malo, estoy seguro de que nos enteraremos, sus padres se encargarán de publicarlo para nosotros…

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